¿Qué tal? Genial, ¿verdad?
Hoy por hoy, Philip Roth es mi autor preferido. Siempre que le leo busco las claves de sus textos y creo que últimamente estoy averiguándolo: aparte de buenos temas y mucha, mucha, inteligencia, se despreocupa de las descripciones de los entornos (excepto lo imprescindible) y lo cuenta todo por medio de ideas, acciones de los personajes y diálogos. En uno de sus últimos libros, “Sale el espectro”, define su forma de escritura en una carta. En ella empieza diciendo: “Hubo un tiempo en que las personas inteligentes utilizaban la literatura para pensar. Esa época está llegando a su fin”. Luego se queja de la literatura banal y es entonces cuando comenta: “La narrativa seria elude la paráfrasis y la descripción, obligando así a recurrir al pensamiento”. Esta es una de sus características principales. Pero ese no es tu trabajo para el próximo relato.
Tienes que hacer (es el ejercicio más fácil) un relato con un narrador externo omnisciente, esto es, un narrador que narra en tercera persona, desde fuera, y que sabe lo que piensan y sienten todos los personajes. Si te fijas en este relato, se sabe lo que piensa el niño y la madre y el rabino. Es el narrador clásico del siglo XIX, que actúa como un dios: lo sabe todo de todos. Además de esto, tienes que trabajar mucho el diálogo. Sólo estas dos condiciones: narrador externo omnisciente y diálogo. Si quieres puedes probar lo de hacer pocas descripciones y dejar todo el peso a las acciones y palabras de los personajes. (Recuerda que el narrador no puede opinar porque parecería él un personaje). Y fíjate cómo puestos a contar una anécdota consigue que la anécdota tenga un calado filosófico final de gran envergadura.
Otra tarea: hemos observado en clase cómo hace que pase el tiempo en la acción: primero en varios días y luego toda una tarde hasta el anochecer. Procura escribir un relato donde pase el tiempo y usando de las elipsis y otros detalles de transcurso del tiempo, sintamos cómo se despliega esa temporalidad.
El relato tiene humor. El humor es una cosa seria. Si te animas...
Dedícale tiempo. No escribas apresuradamente.